jueves, 2 de julio de 2015

Encuesta sobre religiosidad en el Perú


La Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima ha dado a conocer una encuesta sobre religiosidad en el Perú con resultados que no sorprenden a nadie. Ya era sabido que la religión católica viene en descenso hace varios años y hoy es apenas el 75% de los creyentes, gracias al paulatino incremento de las diversas confesiones evangélicas y bíblicas. Tampoco es novedad que el Perú está entre los diez países más religiosos del planeta, junto a los africanos y musulmanes de oriente medio. Hay gente que se enorgullece de esa condición religiosa del Perú, la cual habría que vincular con la paupérrima educación de nuestra población. No es casual que Perú ocupe los últimos lugares en producción de literatura científica en Latinoamérica. 

La Facultad de Teología proclama orgullosa que el 94% de los encuestado se declara cristiano. Algo que no debería llamar la atención ya que la Iglesia Católica tiene cerca de 500 años moldeando los cerebros de los peruanos. No nos olvidemos que ellos llegaron con los españoles en un plan de conquista. Mientras los emisarios de la corona española aseguraban los recursos de estas tierras, los representantes de la iglesia se aseguraban las mentes. El cristianismo fue impuesto a sangre y fuego reemplazando las originales creencias de los nativos por la narrativa bíblica. En lo sustancial no hubo cambio significativo pues lo mismo da creer en una cosa o en otra. El cambio fundamental fue que los nativos pasaron a depender mentalmente de la Iglesia Católica y de su bien montada organización. 

La tarea de los españoles durante la conquista se dividió en dos frentes: la Corona se ocupó de saquear las riquezas del Perú, mientras la Iglesia se ocupaba de administrar la vida de los pobladores, ocupándose incluso de la educación y la salud. Así fue como las parroquias llevaban los registros, instauraban ritos, generaban costumbres y celebraban las ceremonias místicas, fomentando la superchería religiosa de los pobladores. Incluso llegaron a instalar el Tribunal del Santo Oficio para combatir a los herejes e impíos. No había pues manera de salvarse del adoctrinamiento y del lavado cerebral de la iglesia católica. La independencia nos libró de la Corona Española pero no de la Iglesia Católica, la que siguió detentando su poder y sirviendo de intermediario con el poder político de turno. Así fue como el catolicismo se mantuvo como la principal ideología rectora del pensamiento y de las costumbres generales. Siguiendo esas tradiciones, hoy el 89% de las personas está dispuesta a bautizar a sus hijos en la iglesia católica, incluso cuando estos ni siquiera han llegado a entender el idioma. Cuando esto ocurre en otros ámbitos se llama "abuso de menores".

Esta encuesta se ha desarrollado no para conocer el nivel de religiosidad de la gente, que ya es un dato bastante conocido. La encuesta se encarga en un contexto en el que se debate la ley de unión civil y se da a conocer luego de que el Tribunal Supremo de los EEUU legitimara el matrimonio homosexual en todo el territorio de la unión. La intención de la encuesta es legitimar la intromisión descarada de la iglesia católica en un asunto que atañe al Estado. La discusión de una ley que regula la vida de las personas para garantizarles derechos a todos por igual no debería depender de la opinión de la Iglesia. Aunque con tanto iluminado bíblico metido de congresista el Estado peruano acaba siendo un mero anexo del Arzobispado y de otras congregaciones bíblicas. 

No es raro pues que la encuesta empiece con la curiosa pregunta "¿cuán importante es la familia?". ¿Es que alguien duda que la familia es importante? Pero la pregunta tonta viene enlazada con la "aprobación de la homosexualidad". Así como se oye. Es decir, los fanáticos de la fe se sienten con derecho de "aprobar" la condición humana de los demás. Porque hay que informarles a estos señores que la homosexualidad es una condición, igual que ser zurdo o hipertenso. ¿Tendrían estos chiflados que "aprobar" el que los zurdos usen su izquierda de manera preferente? ¿Por qué sienten que están en condiciones de "aprobar" a los homosexuales? ¿Acaso no sería más sensato preguntar si aprobamos la conducta de los cristianos frente a la homosexualidad y al Estado laico?

Es notable que del 78% de gente que se declara católica solo el 28% va a misa cada semana. Los demás, el 72% se diluye entre una vez al mes y casi nunca. Apenas el 17% declara leer la Biblia cada semana y el resto casi nunca. Estos datos confirman que el catolicismo es en realidad una filiación asignada artificialmente por los padres mediante una perversa costumbre social, pero que el mensaje de la iglesia y la militancia real es mucho menor. Evidentemente lo que hay es una simpatía filial por la Iglesia mayoritaria, que es la principal proveedora de mitos y fetiches de fe para que la gente pueda contar con el apoyo psicológico que otorga el misticismo. No nos olvidemos que somos en gran medida un país donde la ignorancia predomina.

De acuerdo a los estudios de Pew Research la mayor religiosidad se observa en los países menos educados e instruidos. Siempre se menciona que los EEUU son una rara excepción, pero la norma se cumple en el resto del planeta. Tampoco nos engañemos con los EEUU donde las iglesias se han convertido en empresas y en la mejor manera de hacerse millonarios evadiendo impuestos. Otro factor importante es la eficiencia de las organizaciones religiosas de los EEUU que aprovechan la natural tendencia americana a crear asociaciones y comunidades. Es un hecho preocupante que la influencia creciente de las iglesias (y sobre todo el llamado "cinturón de la Biblia") se está sintiendo cada vez con más fuerza en la política de los EEUU. 

Volviendo al Perú, la encuesta nos revela datos curiosos como que el 83% cree en ángeles y el 78% cree en el demonio. Altos porcentajes que nos revelan el nivel en que la mitología del cristianismo ha llegado a perturbar la racionalidad de la gente. Habría que añadir que la inmensa mayoría cree también en brujos, chamanes, curanderos, videntes, astrólogos, lectores de naipes y otros embustes propios de la imaginación delirante popular. Se trata pues de una facultad humana que es aprovechada con mucha eficiencia por la Iglesia Católica desde épocas remotas, así como por otra clase de embaucadores profesionales que se aprovechan de la inocencia y la ignorancia de la gente.

Para terminar habría que comentar el dato curioso de que la mayoría de la gente no sabe nada acerca de la famosa "marcha por la vida", organizada cada año con bombos y platillos por la jerarquía eclesiástica liderada por el mismísimo cardenal Cipriani, con el apoyo de todas las iglesias cristianas y bíblicas. Solo el 38% de los encuestados declara estar enterado de esa marcha, porcentaje que llega a un mísero 16% en el oriente. Parece pues que todo el jolgorio desatado por los fanáticos seguidores de la marcha por la vida se limita a sus organizadores. Está visto que se trata básicamente de una marchita de adolescentes y jóvenes escolares de colegios religiosos y parroquias, a quienes se manipula descaradamente a favor de causas que no comprenden.